UN GRAN HISTORIA CONTADA EN MUY POCO TIEMPO
Un historia llena de emociones y aventuras donde ayudaremos a dos hermanos a salvar a su querido padre.
Brothers A Tale of Two Sons ha sido desarrollado por Starbreeze, empresa creadora de otros juegos como Cronicas de Riddick o The Darkness, aunque ya lo tuvimos disponible en 2013 en Xbox 360 y Playstation 3, ahora nos brinda la posibilidad de jugarlo en la nueva generación.
Comenzaremos con un triste comienzo donde dos hermanos han perdido a su madre, y para más inri tendrán que ponerse en camino por mágicos senderos, viajando por un fantástico e impresionante mundo para buscar una cura para su padre enfermo, una cura que se encuentra en el corazón un mágico árbol. Lo único con lo que partiremos será con un mapa para saber llegar aunque tendrán que poner bastante de su parte para superar todos los retos que nos deparara el camino.
El sitio está basado en puzzles que serán fáciles de resolver aunque no hasta el punto de llegar a ser aburridos sino que serán bastante entretenidos, lo suficiente para no hacernos caer ni en la monotonía de un juego lineal ni en la desesperación de estancarnos mucho rato buscando una solución. También hay que decir que el juego se basa en bastante historia que los desarrolladores quieren que veamos, podíamos decir que incluso más que lo que llegamos a jugar, algunas veces incluso decidiremos parar simplemente por concentrarnos en escuchar todo lo que tienen que contarnos.
El juego centra mucho de su fuerte en un apartado que hace que recordemos un juego o que recordemos grandes escenas de un juego: las emociones. Tanto la historia como la música nos llevarán a pasar por distintos estados de ánimo mientras jugamos a Brothers A Tale of Two Sons porque así lo han querido sus creadores. Aunque la duración es corta, como hemos dicho han conseguido que estemos disfrutando y a la vez viviendo cada segundo dentro del juego.
Algo curioso que veremos en el juego es que con cada stick del mando moveremos a uno de los hermano. Curioso ¿no? También pasará lo mismo con los botones, que estarán repartidos. Y por supuesto como en todo juego que disponemos de personajes distintos cada uno tendrá sus propias habilidades de desventajas; cuando llegamos al punto de que uno no puedo o no sabe hacer algo ahí entrará en juego el otro hermano. Visto así parece lioso o incluso aburrido pero no os equivoquéis, el juego es de lo más entretenido y en cuando llevéis unos minutos jugando veréis que está todo bien desarrollado y que el sistema de juego es muy bueno, si no me creéis animaros a probarlo.
Aunque no lo creáis también tendremos que enfrentarnos con este sistema a enemigos pero no os preocupéis que seguramente sabréis salir de la situación sin mucho problemas ya que no tenemos por qué atacar al enemigo, también podremos evitarlo de alguna forma. El aspecto gráfico es realmente bueno, tiene un toque cálido y envolvente que nos muestra paisajes como pintados dando un colorido toque artístico.
Se nota que han dedicado mucho tiempo a crear estos escenarios que no nos pasarán desapercibidos e incluso a veces quedaremos embobados mirando todos los detalles que ellos esconden. Es cierto que no vemos demasiado cambio respecto a la versión de PS3 y Xbox 360 aunque el juego ya contaba con un buen juego de luces e iluminación.
Como contenido adicional, en esta versión para nueva generación, tenemos walkthrough con comentarios del director, Banda Sonora y Galería de artes. El video que incluye comentarios del director lo tenemos en inglés subtitulado al castellano donde el director del juego nos habla sobre el juego, pasando desde el lenguaje de los personajes a algunas curiosidades que seguramente no conoceríamos.
Conclusión:
Brothers A Tale of Two Sons tanto por su estética como por su historia y precio es un juego que vale la pena al menos jugar, pero eso sí, si no lo tenías en la anterior plataforma porque los cambios no serán demasiados. Un estilo no nuevo pero si poco explotado en la época en las que estamos. Hace uso de todas sus armas para meternos de lleno en el juego jugando con nuestros sentimientos a su antojo, aunque hay que decir que vale la pena dejarse llevar.
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