10 feb 2016

Análisis Rainbow Six Siege

USA LA DESTRUCCIÓN COMO HERRAMIENTA PARA GANAR LA PARTIDA

La familia Rainbow Six sigue creciendo y tras el cancelado Patriots, esta nueva entrega parece ser su sucesor directo.



Con Rainbow Six Siege nos encontramos ante un juego en el que prima la estrategia más que la fuerza bruta, porque al contrario que la mayoría de shooters del mercado, este se acerca más al realismo. Y esto quiere decir que con unas pocas balas podemos matar o morir, así que olvidaos de heroicidades y estad atentos a lo que escucháis porque puede ser la clave para ganar la partida.

Lo primero que debo decir, es que, como viene siendo costumbre últimamente, este juego no tiene una campaña, si no tan solo una especie de tutorial (consta de 11 fases) que nos mostrará lo que podemos hacer y con lo que nos encontraremos en el online. Cabe decir que es importante hacer este tutorial, no solo para familiarizarnos con el juego, sino porque nos darán puntos para desbloquear las distintas clases de personajes con los que podremos jugar (si bien podemos acceder directamente al modo Online, no es muy recomendable hacerlo con el recluta).

También tiene otra modalidad llamada Caza al Terrorista en la que solos o con cuatro jugadores más podremos enfrentarnos a la IA. Ambos modos tienen tres niveles de dificultad y nos ayudarán a prepararnos para el momento en el que demos el salto al multijugador y nos enfrentemos a jugadores reales y su picaresca.

En el multijugador tendremos varios tipos de partidas como rescatar al rehén o desactivar los explosivos o asegurar el contenedor biológico, pero básicamente es lo mismo. Para el equipo atacante será infiltrarse en el edificio, eliminar a los terroristas o rescatar/desactivar el objetivo. Para el equipo defensor eliminar a los atacantes. Previamente tenemos una fase de preparación en la que los atacantes pueden usar drones para intentar averiguar las defensas y estrategias de los terroristas, mientras que estos podrán crear trampas y barricadas para dificultar el paso.

En todos los casos es muy importante el apartado sonoro, porque un simple crujido puede revelar nuestra posición y hacer que tanto nosotros como nuestros compañeros queden expuestos y eliminados. No se trata de una acción frenética, sino de ir midiendo cada paso que demos, explorar cada rincón y tratar de ganar una ventaja sobre nuestro rival.

Para ello tendremos que usar los elementos del edificio a nuestro favor, ya que casi todo es destruible y las balas pueden atravesar las paredes, así como una carga puede estallar una puerta o el techo que tenemos encima de la cabeza. Y aquí es donde entra la estrategia porque pueden (en el caso de que estemos defendiendo) por ejemplo destruir una puerta para que nos distraigamos y entrar por la ventana exterior haciendo rapel o romper el suelo que estamos pisando, entre otras muchas cosas.

En lo que respecta a las clases que podemos desbloquear tenemos 20 distintas divididas entre atacantes y defensores, cada una con sutiles cambios para no desbalancear el juego. Y entre los accesorios que tenemos esta por ejemplo el inhibidor de señal, el martillo táctico demoledor, el panel de blindaje o el sensor de latidos entre muchos otros que nos ayudarán a planear nuestro curso de acción.

En total tenemos 10 mapas compartidos por todos los modos de juego que pueden ser desde el avión presidencial a un chalecito en las montañas. Aunque Ubisoft ha prometido varios DLCs gratuitos en los próximos meses con más mapas, parece de entrada un poco reducido, pues tras pocas partidas (y más teniendo en cuenta que para el offline son los mismos) conoceremos los mapas de memoria y probablemente se acaben haciendo las partidas repetitivas pues conoceremos los mejores sitios para defender Gráficamente no es un juego que destaque mucho, es cierto que tiene mucha destructibilidad, pero tanto las texturas como la iluminación y los efectos están a un nivel bastante bajo, sobre todo para lo que exige a las maquinas.

En las consolas de nueva generación se mueve bastante bien (a 60fps el modo online y 30fps los 2 modos offline), sin embargo en PC se vuelve un poco más exigente incluso con PCs de gama alta (sobre todo tras el parche con texturas en alta resolución), así que solo cabe esperar que en un futuro cercano pongan otro parche para el rendimiento ya que se nota que están escuchando a la comunidad con las sucesivas actualizaciones con cambios y arreglo de bugs y exploits.

Conclusión:




Rainbow Six Siege es un juego para el que este harto de los disparos a discreción y busquen algo más táctico que les haga meditar su siguiente jugada y que aun así no resulte tedioso. Pese a que aún está falto de contenido sin duda es una opción a tener en cuenta y un juego que según como se desarrolle en el futuro dará mucho de que hablar.

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